- By Jackie Newson
- BSc (Hons) in Nutritional Therapy
Jackie has been writing for a range of health publications since graduating as a nutritional therapist from Westminster University in 2008. In addition to producing health and nutrition workshops, Jackie is also an experienced assessor and enjoys the opportunity to help other students of nutrition to achieve their goals. In her role as an experienced nutritional therapist, Jackie offers individualised advice on a variety of health conditions. She believes wholeheartedly in the power of healthy nutritious food, supported with high quality supplementation to achieve optimal health. Jackie is a great believer in the power of positive thinking and attributes much of her enthusiasm and sense of well-being to the wonderful people in her life, a healthy diet and yoga which she practices regularly.
Ayude a la salud de los senos con vitamina C
Según la investigación, puede ser una parte importante de una estrategia de protección contra el cáncer en varios frentes.
La terapeuta nutricional Jacqueline Newson explora las pruebas que sugieren que lo que usted come y bebe juega un papel clave para influir en su riesgo de cáncer.
Los hechos…
El cáncer de mama sigue siendo el cáncer más común entre las mujeres de todo el mundo y se cobra la vida de más mujeres europeas que cualquier otro cáncer. El número de mujeres que contraen la enfermedad y mueren a causa de ella parece estar aumentando en toda Europa. En el 2012 se informó de aproximadamente 494 100 casos y ahora se piensa que 1 de cada 8 mujeres tiene probabilidades de desarrollar cáncer de mama antes de cumplir 85 años. Sin embargo, a las pacientes de cáncer de mama en estadios tempranos con frecuencia se les dan pronósticos alentadores y pasan a vivir vidas sin cáncer después de un tratamiento ortodoxo.
Se considera que el aumento de los casos de cáncer de mama se debe en parte a una combinación de estilos de vida sedentarios, aumento de peso, obesidad y otros factores como la maternidad tardía y la disminución del número de hijos que tienen las mujeres. La detección temprana es crucial, así que acostúmbrese a revisar sus senos con regularidad, a menudo lo más fácil es hacerlo cuando se encuentra en la bañera o en la ducha.
Poder antioxidante
El cáncer se desarrolla cuando los radicales libres (moléculas altamente reactivas producidas como resultado del metabolismo normal o por exposición a toxinas, enfermedades o rayos ultravioleta) dañan el ADN. El cuerpo no repara el ADN dañado y las células dañadas continúan replicándose, fuera de control, causando el crecimiento de un bulto o tumor.
Las dietas ricas en frutas y verduras son especialmente importantes y esto se debe en parte a su contenido antioxidante, especialmente la vitamina C, que ha demostrado tener efectos protectores contra el cáncer de mama.
El foco en la vitamina C
La vitamina C es un poderoso antioxidante que ayuda a proteger las células de los efectos dañinos de los radicales libres. La vitamina C también ayuda a reciclar otro antioxidante, la vitamina E, creando un dúo dinámico de vitaminas que luchan activamente contra los radicales libres.
Existe una creciente bibliografía que identifica los posibles efectos antitumorales de la vitamina C. Una investigación documentada en el Journal of Scientific Reports encontró que la vitamina C aumenta la actividad de un compuesto químico conocido como 5hmC, que fomenta la muerte celular en las células de cáncer de mama. De hecho, la pérdida de 5hmC en los cánceres de mama primarios se considera un biomarcador de mal pronóstico.
En otro estudio reciente llevado a cabo en la Universidad de Iowa, se observó que las células tumorales eran vulnerables a la vitamina C. Se descubrió que la exposición a altas dosis de vitamina C hacía que los tumores fueran más susceptibles al daño y a la muerte.
Desafortunadamente, los humanos por ahora carecen de la enzima necesaria para producir su propia vitamina C, por lo que es esencial que obtengamos esta vitamina de los alimentos.
Aumentar la vitamina C
La mejor solución es aumentar el consumo de frutas y verduras, especialmente pimientos, brócoli, fresas, guayaba y col rizada. Si esto no es una opción, los suplementos de vitamina C pueden ayudar, aunque los suplementos de vitamina C estándar tienden a tener una biodisponibilidad deficiente y solo aportan un 15 % al torrente sanguíneo.
Las vitaminas liposomales tales como la vitamina C altriente ofrecen una absorción mucho mayor. De hecho, la evidencia muestra que, debido a la tecnología liposomal única, la vitamina C altriente es capaz de producir niveles séricos de casi el doble de los que se creían teóricamente posibles con otras formas orales de vitamina C, lo que hace que el altriente sea un suplemento muy recomendable.
Neutralizar los radicales libres
Los científicos y los expertos médicos estiman que alrededor de un tercio de los cánceres más comunes podrían evitarse con una dieta equilibrada, manteniendo un peso saludable y haciendo ejercicio con frecuencia.
Limitar la exposición a los radicales libres
- Evite la sobreexposición a los rayos ultravioleta del sol
- Deje de fumar
- Evite los alimentos quemados
- Reduzca la exposición al mercurio limitando el pescado graso a dos porciones a la semana
- Elija productos naturales de limpieza y belleza
- Evite los productos perfumados que contengan ftalatos (disruptores hormonales)
- Coma alimentos orgánicos siempre que sea posible
- Abra sus ventanas: la contaminación del aire interior puede ser en algunos casos significativamente mayor que la contaminación del aire exterior
Mantener un peso saludable
La mayoría de la gente sabe que mantener un peso saludable reduce el riesgo de muchas enfermedades y esto es particularmente cierto en el caso del cáncer de mama. Los resultados de la investigación muestran que las mujeres con un IMC superior a 30 representan alrededor del 25-33 % de los casos de cáncer de mama.
Hacer ejercicio de forma habitual
Se estima que la falta de ejercicio y un estilo de vida sedentario es un factor para alrededor del 10-16 % de casos de cáncer de mama.
Influencia del alcohol
Las pruebas de la investigación han identificado que incluso las personas que beben como mucho una bebida alcohólica al día aumentan su riesgo de desarrollar cáncer de mama en un 5 % en comparación con quien no bebe.
¡Control del azúcar!
Varios trabajos de investigación han establecido fuertes vínculos entre los niveles elevados de azúcar en sangre y los peores resultados para las mujeres con cáncer. Las pruebas indican que la insulina y el factor de crecimiento similar a la insulina (FCI) favorecen el crecimiento tumoral en el tejido mamario. El IGF-1 se secreta en respuesta a los niveles elevados de insulina, que se desencadenan debido al aumento de los niveles de azúcar en la sangre. Las proteínas, las grasas y las fibras ayudan a retardar la absorción de azúcar de los alimentos, lo que ayuda a reducir los picos de insulina. Buenos ejemplos son las nueces, semillas, avena, frijoles, aguacate, aceite de oliva, yogur, pollo, pescado, frutas y verduras.
Cuatro pasos para mejorar el nivel de azúcar en la sangre
- Evite los alimentos azucarados
- Evite los alimentos altamente procesados
- Evite los estimulantes como la cafeína, los cigarrillos y el alcohol
- Coma proteínas de buena calidad, grasas saludables y fibra en cada comida.
Piense dos veces en las hormonas sintéticas
Las hormonas sintéticas se encuentran en la TRH (Terapia de Reemplazo Hormonal) y en la píldora anticonceptiva. Muchas mujeres optan por la TRH para disminuir los síntomas asociados con la menopausia. Su médico puede explicarle los riesgos asociados con las hormonas sintéticas, y esto es particularmente importante si su familia tiene antecedentes de cáncer de mama. Ahora hay hormonas bioidénticas disponibles en el Servicio Nacional de Salud que tienen muchos menos riesgos para la salud asociados, y que puede consultar con su médico.
Jacqueline Newson, Licenciada en Terapia Nutricional
REFERENCIAS
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